La bolsa de valores es un mercado donde demandantes y oferentes de capital se ponen en contacto y realizan transacciones a través de intermediarios autorizados. A menudo se conoce simplemente como «la bolsa».
Las bolsas de valores llevan a cabo la negociación e intercambio entre las empresas que requieren financiamiento, y los ahorradores (personas u organizaciones). Estos últimos buscan invertir su excedente de dinero para obtener una rentabilidad.
En las bolsas habitualmente se negocia tanto renta variable (acciones) como renta fija (deuda), siendo el primer caso es el más conocido.
Es preciso notar que las bolsas de valores pueden ser lugares físicos o virtuales que son administrados por organizaciones privadas. Esto, previa autorización de la entidad gubernamental o regulatoria correspondiente.
Las bolsas de valores tienen su origen en la ciudad de Brujas, Bélgica, en donde la familia de banqueros Van der Bursen organizaba en su palacio reuniones donde se transaban activos y se hacían operaciones comerciales. El concepto de “bolsa” surgió del escudo familiar que tenía tres bolsas de piel.
La primera bolsa de valores moderna nació en el año 1460 en Amberes, Bélgica. Posteriormente, en 1570 se creó la bolsa de Londres, en 1595 la de Lyon (Francia) y en 1792 la de Nueva York.
Entre las funciones más importantes de la bolsa de valores se encuentran:
Las bolsas de valores tienen un rol esencial en el desarrollo económico ya que facilitan las transacciones y canalizan los ahorros. De ese modo, es posible una mejor asignación de los recursos.
Hacer parte de una bolsa de valores puede traer varios beneficios a las empresas, entre los que se encuentran:
Para las personas o entidades que tienen ahorros, la bolsa de valores puede darle varios beneficios, entre los que se encuentran: