Invertir en bonos: ¿cuándo es el momento adecuado?
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Escrito por MoneyController el 09.10.2023
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Tras un largo periodo de bajos tipos de interés, los bonos han vuelto al centro de la actualidad financiera y, sobre todo, al centro del interés de los inversores.
Desde el punto de vista del inversor, los bonos son un instrumento de inversión caracterizado por la distribución de una renta fija y el reembolso del capital invertido en el momento de su vencimiento natural; desde el punto de vista de los emisores, se consideran instrumentos de deuda emitidos por gobiernos, empresas o entidades supranacionales para captar fondos. Se consideran inversiones medias y relativamente seguras: si no participan en operaciones en el mercado secundario, los titulares de bonos reciben pagos regulares y no corren el riesgo de sufrir pérdidas de capital a menos que compren o vendan antes de su vencimiento, o en casos especiales.
La respuesta a la pregunta de si es el momento adecuado para invertir en bonos no puede responderse sin un rápido estudio de los tipos de bonos existentes.
Cualquier inversión en bonos debe tener en cuenta al menos tres variables: (1) objetivos financieros, (2) horizonte temporal y (3) apetito por el riesgo. En el caso (1), los inversores pueden estar interesados en un flujo de caja regular que garantice una renta fija. Sin embargo, hay que tener en cuenta la variable (2), ya que un horizonte temporal a largo plazo puede significar estar dispuesto a soportar cierto grado de riesgo (3) y llevar a preferir otros instrumentos de inversión. No obstante, entre los instrumentos orientados a la rentabilidad, pero con un grado medio de riesgo, también deben incluirse bonos específicos, los ya mencionados bonos de alto rendimiento o de alto rendimiento.
Los tipos de interés influyen directamente en el rendimiento de los bonos. Cuando los tipos son altos, las nuevas emisiones de bonos ofrecen rendimientos más altos, lo que hace que los bonos sean más atractivos para los inversores. Por el contrario, cuando los tipos son bajos, los bonos existentes con rendimientos más altos se vuelven más deseables. Por lo tanto, el seguimiento de los tipos de interés es esencial para determinar el momento adecuado para invertir en bonos. Sin embargo, merece la pena detenerse un momento en la relación entre los tipos y los bonos y examinar más de cerca qué es la duración.
La duración es una medida clave en el mundo de la inversión. Indica la sensibilidad de un bono a los cambios en los tipos de interés. Cuanto mayor sea la duración, mayor será el riesgo asociado a los cambios en los tipos. Por ejemplo, un bono ve caer su precio si los tipos de interés suben. Los inversores deben tener muy en cuenta la duración a la hora de construir su cartera, equilibrando la rentabilidad con el riesgo. Una duración más corta puede ofrecer más protección contra las variaciones de los tipos de interés, mientras que una duración más larga puede generar rendimientos potencialmente más altos, pero con más riesgo de precio.
No existe un momento óptimo para invertir en bonos. Sin embargo, su naturaleza más defensiva significa que los inversores están relativamente más interesados en la rentabilidad fija en épocas de desaceleración económica. Por el contrario, en periodos de crecimiento económico estable, los inversores podrían optar por instrumentos financieros más orientados a los ingresos, como la renta variable. Las condiciones económicas mundiales y nacionales pueden influir en el mejor momento para invertir en bonos. Los acontecimientos económicos importantes como la inflación, las decisiones de los bancos centrales y los desarrollos geopolíticos pueden tener un impacto significativo en los rendimientos de los bonos. Prestar atención a estas condiciones puede ayudarle a tomar decisiones de inversión más informadas.
Los inversores también deberían considerar la diversificación de la cartera. Una cartera bien diversificada puede incluir una combinación de bonos, acciones y otros instrumentos financieros. Esta diversificación puede ayudar a reducir el riesgo global de la cartera y aumentar la resistencia a los altibajos del mercado. Normalmente, la diversificación efectiva se realiza a través de un índice de mercado (y, por tanto, mediante una inversión en ETF) o a través de un profesional, como un asesor financiero o una empresa de gestión de activos.
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