Mismo dinero pero distinto valor: la paradoja de la contabilidad mental

Finanzas conductuales

Escrito por MoneyController el 28.07.2023

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La contabilidad mental (mental accounting) es un fenómeno que lleva a atribuir un valor diferente a la misma cantidad de dinero. Veamos en qué consiste.

Un experimento de Kahneman y Tversky

Cuando se habla de contabilidad mental, a menudo se hace referencia a un experimento realizado por Daniel Kahneman y Amos Tversky. El experimento consiste en presentar a los encuestados dos situaciones, en ambas de las cuales una persona desea asistir a una representación teatral (pero el ejemplo también podría abarcar un concierto de rock, una película, etc.).

El efecto de la contabilidad mental

En el primer caso, el espectador ya ha comprado la entrada, pero se da cuenta de que la ha perdido. En el segundo caso, el espectador se da cuenta de que ha perdido el dinero que necesitaba para comprar la entrada. El importe es perfectamente idéntico. Resulta sorprendente, por tanto, comprobar que los encuestados son más propensos a renunciar al gasto en el primer caso que en el segundo: pero ¿por qué ocurre esto? El fenómeno no es ni mucho menos desconocido para las finanzas comportamentales, que hablan de él como (el sesgo) de la "contabilidad mental" o contabilidad mental.

La asignación del dinero en las cuentas mentales

La cuestión es que el dinero en cuestión procede de diferentes áreas mentales. O mejor dicho, podría decirse que la misma cantidad de dinero procede de diferentes cuentas mentales, un reparto que se debe precisamente a un proceso de contabilidad mental. Como se indica en la página de educación financiera de Crédit Agricole, en el primer caso (billete comprado pero perdido) el dinero procede de la cuenta mental destinada al ocio y al entretenimiento. En el segundo caso (pérdida del dinero necesario para comprar el billete) esa misma cantidad procede de la cuenta mental destinada a situaciones imprevistas.

Misma cantidad pero distinto valor

Está claro que estamos dispuestos a gastar mucho más si ese dinero procede de cuentas mentales diferentes. Esto sucede porque el valor percibido cambia radicalmente con respecto al valor real. En el caso de los imprevistos, el valor del dinero, precisamente por la importancia de los imprevistos en la vida, desciende considerablemente. En cambio, en relación con el ocio y el entretenimiento, el valor del dinero aumenta considerablemente. Este fenómeno también se produce en función de la procedencia del dinero: si se debe al trabajo duro, se le dará más valor; si se debe al azar, mucho menos.

La aversión al riesgo también cambia según la cuenta mental

En el portal educativo del Banco de Italia, Caterina Cruciani, investigadora de Economía de los Intermediarios Financieros en la Universidad Ca' Foscari de Venecia, explica que las diferentes cuentas mentales también se asocian a diferentes grados de riesgo: Cruciani pone el ejemplo del ahorro para la jubilación, en referencia al cual se tiende por término medio a ser más reacio al riesgo que en el caso de muchas otras inversiones.

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