Asesor financiero: lo que hace
¿Quién es un asesor financiero independiente o independiente?
El asesor financiero es una persona profesionalmente cualificada para llevar a cabo asesoramiento financiero. Es un operador regularmente inscrito en el registro profesional de la CNMV, que ha superado una prueba de aptitud y por lo tanto está autorizado para llevar a cabo asesoramiento financiero.
En la práctica, por lo tanto, el asesor financiero habilitado para ofertas fuera del sitio es un profesional del sector financiero que sigue la figura del antiguo promotor. Ofrece y asesora sobre ciertos servicios financieros fuera del sitio. Puede presentarse al cliente como empleado, agente o intermediario de un agente financiero, como una sociedad de gestión de ahorros (SGIIC), una sociedad de corretaje de valores, un banco, una empresa de inversión o un gestor de patrimonios.
Sin embargo, tiene el deber de indicar siempre en qué capacidad y en nombre de la empresa que opera.
¿Cómo ser asesor financiero? Según MiFID II, el asesor financiero tiene la tarea de planificar estrategias de inversión, permaneciendo vinculado por el cumplimiento de los objetivos de rentabilidad, limitación de riesgos y costes establecidos junto con el inversor, dando una evaluación global y evaluativa de la situación financiera de sus clientes, pero también interpretando sus necesidades y objetivos.
Existen requisitos para poder llevar a cabo la profesión de asesor financiero:
de acuerdo con las regulaciones de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), la persona que quiera ser un Asesor Financiero tiene que estar titulado del bachillerato o equivalente, además de contar con la capacitación adecuada que se representa con una certificación emitida por un órgano desconcentrado e independiente.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) es el organismo encargado de la supervisión e inspección de los mercados de valores españoles y de la actividad de cuantos intervienen en los mismos. La CNMV se creó por la Ley 24/1988, del Mercado de Valores, que supuso una profunda reforma de este segmento del sistema financiero español y, desde entonces, su régimen se ha ido actualizando para adaptarse a la evolución de los mercados financieros y para introducir nuevas medidas de protección de los inversores.
El objetivo de la CNMV es velar por la transparencia de los mercados de valores españoles y la correcta formación de precios, así como la protección de los inversores. La CNMV, en el ejercicio de sus competencias, recibe un importante volumen de información de y sobre los intervinientes en los mercados, gran parte de la cual está contenida en sus Registros Oficiales y tiene carácter público.
La acción de la Comisión se proyecta principalmente sobre las sociedades que emiten u ofrecen valores para ser colocados de forma pública, sobre los mercados secundarios de valores, y sobre las empresas que prestan servicios de inversión y las instituciones de inversión colectiva. Sobre estas últimas, así como sobre los mercados secundarios de valores, la CNMV ejerce una supervisión prudencial, que garantiza la seguridad de sus transacciones y la solvencia del sistema.
El asesor financiero autónomo, a menudo denominado "independiente" es el profesional registrado regularmente en el registro autorizado para llevar a cabo la actividad de asesoramiento en materia de inversiones.
Puede ofrecer asesoramiento por sí solo, es decir, de forma totalmente autónoma, o como colaborador de una o más empresas de consultoría financiera. En su actividad, sin embargo, los asesores financieros nunca entran directamente en contacto con los ahorros a gestionar: para la ejecución de las transacciones recomendadas, dejan a los clientes para dar instrucciones a entidades cualificadas (intermediarios financieros como SIM, SGIIC y bancos).
El asesor financiero autónomo, al igual que otras categorías profesionales del sector, tiene la tarea de cumplir los objetivos de inversión fijados por los clientes (respetando, por ejemplo, su perfil de riesgo) y, más concretamente, el de poder elegir sobre la base de esos objetivos entre los numerosos instrumentos financieros disponibles en el mercado, así como poder diversificarse por tipo o caso producido.
Además de no poder gestionar los ahorros directamente, los asesores financieros autónomos ni siquiera pueden recibir asignaciones o poderes especiales para la ejecución directa de las transacciones, y mucho menos las delegaciones para disponer de las sumas o activos de los clientes. El asesor financiero autónomo se llama, de hecho, sólo por honorarios: esto significa que es remunerado en honorarios (la tarifa) sólo por su cliente. Y no es posible que reciba ningún cargo que no sea de su cliente.
Por último, le recordamos que en MoneyController puedes encontrar el promotor financiero más cercano a ti gracias a la página:
Busque el asesor financiero para usted - Elija la ubicación
Para obtener más información sobre este tema, le invitamos a leer también:
Qué son las finanzas conductuales y cómo afectan nuestras elecciones económicas