Con el paso de los años, la gestión patrimonial o gestión del patrimonio (wealth management) se ha convertido en un servicio específico y especializado dentro del asesoramiento financiero, debido principalmente a su evolución, tanto en la variedad de su oferta como en la especialización de los operadores implicados (bancos, sociedades de gestión patrimonial, family offices, etc.). Profundicemos pues en el tema de la gestión patrimonial, qué es y cuáles son sus características fundamentales.
La gestión de patrimonios se refiere a un servicio profesional de asesoramiento financiero para la gestión de patrimonios únicamente para clientes con determinados activos financieros, los High Net Worth Individuals (HNWI).
La gestión patrimonial engloba diversas actividades de gestión del patrimonio:
Este tipo de servicio a medida combina el asesoramiento financiero con la planificación de inversiones, contable, jurídica, fiscal, patrimonial y de jubilación, además de tratar en detalle la gestión de riesgos del cliente.
Mientras que al principio se centraba principalmente en las inversiones, en los últimos años la gestión de patrimonios se ocupa de la gestión de patrimonios en un sentido más amplio, con varias actividades corolarias, además de las enumeradas, como los asuntos sucesorios y la parte del patrimonio artístico.
Pero, ¿quiénes son exactamente los HNWI, los clientes de un gestor patrimonial?
Hemos visto que los servicios que ofrece un gestor de patrimonios sólo se dirigen a un determinado tramo de riqueza. Los HNWI son personas con un patrimonio elevado, concretamente aquellas que invierten un millón de dólares o más en activos, sin contar su residencia principal, objetos de colección, bienes de consumo y bienes duraderos.
A esta breve descripción corresponde la figura del empresario, que representa una gran proporción de los clientes del gestor de patrimonios. En efecto, los empresarios suelen tener una composición patrimonial compleja, basada en las necesidades personales y empresariales y compuesta principalmente por inversiones inmobiliarias y en parte por activos financieros.
En tiempos de grandes crisis, la prioridad de los clientes de gestión de patrimonios es proteger su capital contra la inflación. Otro elemento clave es el acceso a los servicios de su banco a través de la tecnología, que debe ser fácil de usar y ofrecer tantos servicios como sea posible para facilitar (no sustituir) la interacción con su asesor financiero.
El gestor de patrimonios, en este caso, no sólo proporciona asesoramiento financiero relacionado con las inversiones y los mercados, sino que también puede intervenir en todos los aspectos de la gestión financiera diaria de sus clientes adinerados.
La gestión del patrimonio tiene como objetivo crear una sólida relación de confianza entre los clientes HNWI y el banco mediante la gestión del patrimonio financiero, empresarial y familiar del inversor a través de impuestos, donaciones, transferencias de dinero y, por supuesto, inversiones. No faltan servicios de asesoramiento en materia de educación privada, viajes y artículos de lujo.
A continuación, el gestor patrimonial organizará un plan para preservar y aumentar el patrimonio en función de la situación financiera inicial del cliente, sus objetivos y su propensión al riesgo. El asesoramiento regular de la persona es un elemento clave de la gestión del patrimonio: con los cambios y la integración de los objetivos a alcanzar, la revisión de la cartera y otros servicios, el gestor del patrimonio puede permanecer al servicio del cliente durante toda su vida.
Los instrumentos financieros para la gestión y la planificación son diversos, incluso en la gestión patrimonial:
Gestión de patrimonios y gestión de activos son dos términos que pueden parecer intercambiables ya que tienen el mismo objetivo: el crecimiento y la conservación del patrimonio.
No existe una definición universal para ambos, pero hay algunas diferencias que ayudan a distinguir estos dos enfoques de la gestión del patrimonio.
La gestión de activos se centra en el crecimiento y la conservación de activos financieros e inversiones en nombre de los clientes. Puede tratarse de inversiones tradicionales como acciones, bonos, fondos de inversión o inversiones alternativas como acciones privadas, bienes inmuebles, materias primas y criptoinstrumentos financieros. La gestión de activos se ocupa, por tanto, de aplicar una estrategia de inversión con diferentes instrumentos financieros para incrementar los activos financieros y, al mismo tiempo, preservarlos mediante la diversificación de las inversiones.
La gestión patrimonial, por su parte, adopta un enfoque más amplio, que también puede incluir la Gestión de Activos, y da lugar a un plan para el patrimonio global de los clientes que incluye el crecimiento, la preservación, la protección y la transferencia del patrimonio privado.
Resumamos, pues, las principales diferencias entre la gestión de activos y la gestión patrimonial.
Significado: La gestión patrimonial se refiere a la gestión de todos los aspectos financieros del cliente; la gestión de activos sólo a los activos.
Enfoque: La gestión patrimonial tiene una visión más amplia que incluye la Gestión de Activos y la planificación financiera; la gestión de activos tiene una visión más estrecha, puede considerarse un subconjunto de la gestión patrimonial.
La gestión de activos incluye:
La gestión patrimonial incluye:
Basándose en las características de los dos servicios, los inversores pueden decidir si les conviene más la Gestión de Activos o la Gestión Patrimonial, o ambas. De hecho, uno no excluye al otro, pueden coexistir y trabajar perfectamente juntos para crear un plan a medida de las necesidades de cada cliente.
En cuanto a la normativa fiscal, por otra parte, el inversor estará sujeto a la fiscalidad de la gestión patrimonial, delegando directamente en el agente de retención el cumplimiento de las obligaciones fiscales.
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